Elradardelsur.tv-04/02/2020
Cada 4 de febrero, es el Día Mundial contra el cáncer, promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC).
El fin de esta jornada es fomentar la prevención y el control. Aumentar la concientización al divulgar y difundir información sobre las acciones que hay que realizar para reducir la mortalidad causada por esta enfermedad.
El cáncer es un grupo de enfermedades que se puede originar en cualquier parte del cuerpo y que hace que un grupo de células del organismo crezca de manera anómala e incontrolada generando una masa o bulto.
En el caso de que no se trate, este tumor suele avanzar sobre los tejidos circundantes y producir matástasis en otros puntos del cuerpo.
Por año, en el mundo se diagnostican 14 millones de casos y la enfermedad provoca 9,6 millones de muertes. Algunas estimaciones indican que, aproximadamente, uno de cada tres hombres y una de cada cuatro mujeres tendrá cáncer en algún momento de su vida.
Factores de riesgo
Los especialistas estiman que los cinco principales riesgos para la salud se relacionan con los hábitos y la alimentación. Ellos son: el índice alto de masa corporal, una baja ingesta de frutas y verduras, la poca o nula actividad física, fumar e ingerir alcohol excesivamente.
Cómo prevenir
El Ministerio de Salud indica que al menos un tercio de los cánceres más comunes se pueden prevenir no fumando, reduciendo el consumo de alcohol, haciendo ejercicio y manteniendo una dieta más sana. Cuanto antes se adopten estos hábitos, mayores son las posibilidades de reducir el riesgo de cáncer en la edad adulta.
La detección temprana es otro factor esencial. Hay que prestar atención a cambios o síntomas notorios.
Entre los signos a los que hay que atender se encuentran: la presencia de bultos en cualquier parte del cuerpo; la pérdida de peso repentina o la falta de apetito; sangrados o hemorragias imprevistas; fatiga, cansancio, falta de aire o tos; complicaciones al tragar, al orinar o al realizar cualquier otra necesidad fisiológica; dolores; fuertes sudores nocturnos; cambios en las mamas; o cambios en un lunar o manchas en la piel.