Elradardelsur.ar – 17/03/2022
El atentado en la sede diplomática israelí ubicado en la calle Arroyo y Suipacha, sucedió el 17 de marzo de 1992, cuando no había personal policial el exterior de la embajada.
A las 14:47 horas del día 17 de Marzo de 1992, un coche bomba voló el edificio el cual se derrumbó por completo, está catástrofe fue obra de la Jihad Islámica, brazo armado de Hezbollah, un partido político pro iraní que actúa en el Líbano.
Luego del estallido solo hubo silencio hasta que los gritos desesperados de los heridos pidiendo ayuda invadieron el lugar, todavía no se sabía con exactitud qué había pasado, lo que se sabía con certeza era que la embajada y el consulado de Israel, en Arroyo ya no existían más.
La explosión había afectado también al colegio Josefa Capdevila de Gutiérrez, un jardín incorporado a la parroquia y colegio Mater Admirabilis, del que estaban por salir a la calle ciento noventa y dos chicos de tres a cinco años, guiados por veintidós adultos, y a la residencia de ancianos Hogar San Francisco, donde murió al menos una persona.
Durante años ni siquiera se estableció el número exacto de víctimas, finalmente fue fijado en 22. Nunca fueron hallados, ni juzgados los culpables, tampoco se supo cómo se planificó el ataque.
En 2010, el embajador de Israel en Argentina, Daniel Gazit, declaró que el servicio de inteligencia de su país, Mossad, había llevado adelante una investigación del atentado, de la que no se conocieron los resultados, y que Israel había eliminado a sus autores.