Elradardelsur.tv : 1/4/2014 : Fue Primicia : Único medio
Dos sujetos arrebataron a un abuelo que salía de su casa, luego ingresaron a la propiedad, pretendieron reducir a la esposa del anciano que estaba en el jardín, ella se resintió¦la tiraron al piso, la arrastraron de los cabellos, le arrancaron parte del cuero cabelludo. La abuela luchó y gritó con todas sus fuerza, los malvivientes huyeron.
Los hechos se registraron alrededor de las 10 de la mañana, en una casa ubicada en la calle  Chacabuco, entre Las Heras y Falucho de Florencio Varela, al sur del conurbano bonaerense.
Marta, víctima de los delincuentes relató a EL RADAR DEL SUR, único medio en el lugar, Estaba baldeando la vereda, mi marido se iba a pagar impuestos, paso un auto  color negro con cuatro hombres, me preguntaron una dirección y siguieron.
Entre  al jardín,  de golpe para el auto nuevamente, abren la reja y entran dos de los tipos, antes habían tirado a mi esposo al piso, a pocos metros de mi casa y le habían robado el reloj, situación que no vi porque ya había entrando.
Uno me tiro al piso, me agarro de los pelos, me arrastro, saco un revolver grande plateado, me arrastraba quería llevarme hacia adentro, me resistí, salió se asomo, quiso volver a entrar, yo seguía gritando no me mates, no me mates, me tiraba tan fuerte del pelo que me arranco mechones con cuero cabelludo pegado.
Escucharon los vecinos, se asomaron y entonces se fueron.
A mi marido lo habían dejado tirado en la vereda, como pudo se levanto y entró a casa.
Si me hubiese paralizado me hubiese llevado hacia adentro, y aparte de robarme capas  que me mataban, le tengo que dar gracias a los vecinos y a Dios, que nos protege de todos estos vagos que el estado mantiene y nadie trabaja. Tengo 68 años y nunca viví lo que estoy viviendo ahora. Nosotros éramos pobres, mi mamá enviudo a los 35 años pero siempre nos conformamos con lo que teníamos, la verdad si antes no salía ahora menos.
No hubiese permitido que me llevaran a la casa, y si me agarraban en la vereda les puedo asegurar que no entraba, corría para enfrente aunque me pegaran un tiro.
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