Elradardelsur.tv – 10/02/2019
Nadia Ibáñez llegó a Santa Rosa para radicarse definitivamente hace siete años. Entabló un lazo de amistad con sus vecinos centrado en el cariño, la confianza, la amabilidad, el trabajo y la solidaridad.
Dueña de una personalidad avasallante y un espíritu inquieto, poco a poco, ocupó un lugar importante en el barrio: con carácter, logró transformarse en una referencia para los frentistas ante inconvenientes personales o colectivos.
Una delicada situación personal, vinculada a la endeble salud de una de sus hijas, provocó un quiebre en su vida. Afortunadamente, encontró el modo de resolver su inconveniente y convirtió la solución en una promesa: trabajar por el prójimo.
Con el respaldo de su familia, fundó la Asociación Civil “Todo por los chicos”. El paso del tiempo convirtió a la institución en un punto de encuentro para la comunidad no sólo por la calidad de sus servicios sino por la calidez de un grupo humano sensacional.
Distribuyeron donaciones, consiguieron medicamentos para casos específicos, repararon viviendas, generaron conciencia en las personas respecto al arrojo de residuos en la vía pública y llevaron un plato de comida a los hogares con dificultades para conseguirlo.
Su tarea obtuvo la gratitud de sus pares y la entidad formalizó su actividad tras la entrega del reconocimiento definitivo con la documentación pertinente para su funcionamiento. El jefe comunal -Andrés Watson- entregó el expediente a Ibáñez ante una multitud que miraba expectante hasta celebrar con una interminable ovación.
“Atravesamos una situación compleja debido a las desafortunadas decisiones tomadas tanto por el gobierno provincial como el nacional. La manera de contrarrestar las consecuencias es a través de la unión con el otro para salir adelante juntos. Ustedes encontraron un camino y quiero felicitarlos por su incansable labor”, resaltó el Intendente.
Posteriormente, la titular de la organización expresó: “Empecé a caminar las calles para conocer las necesidades de la gente. Ayudamos con mercadería, pañales o lácteos según los problemas que detectábamos. El esfuerzo resultó enorme pero el amor con el que me reciben es un gran incentivo para continuar”.