Elradardelsur.tv – 05/10/2021
“El Radar del Sur” entrevistó Brenda, hija de Gustavo Figueredo (47), quien tuvo un accidente el pasado 6 de septiembre por el cual ingresó al Hospital Mi Pueblo y de ahí comenzó el calvario de esta familia que hoy pide justicia.
“Ese día aproximadamente a las 19 hs mi papá tuvo un accidente automovilístico lo llevaron al hospital, en una primera instancia nos dijeron que tenía politraumatismos y lo atendieron. Al otro día nos informaron que tenía una herida abierta (fractura expuesta), por lo que necesitaba una operación urgente, su estado era reservado, como necesitaba los tutores pélvicos pidieron la derivación al Hospital El Cruce y mientras eso pasaba lo iban a mantener en terapia intensiva”, comenzó relatando la joven.
“Nueve días después, ya lo iban a trasladar y un día antes lo pasaron a sala común, estuvo ahí dos días y empezó con un cuadro febril se hinchó, se le pusieron los ojos amarillos, una mala atención, una mala gestión, hasta nos dijeron “si no les gusta como lo atendemos lo pueden llevar a otro hospital”.
“El que estaba al lado de mi papá, era un hombre en situación de calle, luego nos enteramos que compartían la chata y que no te la traían limpia. El viernes hicimos el reclamo, nos dijeron que el lunes lo pasaban al Cruce, así fue pero en las condiciones que se fue mi papá, en El Cruce, nos dijeron que si se quedaba un día más moría”.
“Él está muy mal, le agarró un virus intrahospitalario, lo movieron y al estar con los huesos así la situación empeoró”.
“En el Cruce no lo pudieron operar, porque cuando le hicieron los estudios, vieron que tenía una infección generalizada, sumado el maltrato que recibió quedó ahora en un estado muy grave, los antibióticos están dejando de funcionar, estamos muy enojados y destrozados por toda esta situación”.
“Mi primo Brian pasó por lo mismo en terapia se enfermó, le ingreso una bacteria, sufrió abandono por parte de los profesionales y terminó falleciendo. Es horrible el destrato que hay, nosotros queremos una respuesta, porque nos ignoran completamente, hasta el propio Director (Dr. César Moreno) nos ninguneó”.
“Queremos que nos escuchen, hay mucha gente que se acerca a contarnos que pasaron por lo mismo. Mi papá ahora está en manos de Dios”.
Las páginas de este medio quedan a disposición para las autoridades del nosocomio por si quieren dar testimonio de lo ocurrido.