Elradardelsur.tv – 03/12/2020 Foto: Archivo Web
Hoy 3 de diciembre se celebra el Día Nacional del Médico y el Día Panamericano del Médico, establecido por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La fecha fue elegida en honor al Dr. Carlos Finlay, nacido en Cuba el 3 de diciembre de 1833. Este médico dedicó años a buscar la causa de la fiebre amarilla y en 1881 afirmó que la enfermedad era transmitida por el mosquito Aedes aegypti. Todo ese esfuerzo salvó millones de vidas.
Argentina históricamente fue prolífica en médicos que han contribuido con su profesión a cuidar la calidad de vida de la población. Es uno de los países con mayor cantidad de médicos por habitante, esto surge del último estudio de demografía médica del Ministerio de Salud de la Nación (diciembre de 2015), con más de 216 000 médicos matriculados.
Todos unidos por un solo objetivo: respetar el juramento que los compromete a cuidar la vida. Esa es la razón por la que este 3 de diciembre los médicos celebran su día, recordando que en esta profesión la innovación es muchas veces la llave para lograr el éxito en ese compromiso.
Podría decirse que ser médico es una grata y a la vez dura responsabilidad y este 2020 los puso en un desafío constante con la pandemia mundial del Coronavirus. La pandemia sigue y hoy, más que nunca, los médicos son imprescindibles.
Fue un año difícil, pero el personal médico siempre estuvo presente con su vocación, con su esfuerzo, dejando a sus familias y teniendo ellos también, en muchos casos, que atravesar esta dura enfermedad.
Este virus ha revelado que muy pocos países tienen un sistema de salud realmente preparado, dio a conocer las falencias existentes y también la falta de ciertas especialidades necesarias. Todo esto confluye en una situación gravísima, el personal médico se siente vulnerable por la falta de equipos de protección personal, el cansancio y, en algunas oportunidades, por la inseguridad producto de actos de violencia con ellos. Pero verlos en la primera línea de atención lleva a pensar que la ciencia, el cuidado del prójimo y la entrega personal son partes esenciales del corazón del médico.