Día internacional del trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

Elradardelsur.ar – 13/07/2022

El 13 de julio se celebra el Día Internacional del Trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuente de la niñez, que interfiere en su desenvolvimiento social y escolar.

Hoy en día las redes sociales son un medio de información sobre el Trastorno de atención e hiperactividad, ya que muchas familias afectadas con esta enfermedad afirman que “tenemos la responsabilidad de divulgar el trastorno más común en la infancia y con considerable impacto en la edad adulta: El TDAH o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad”.

La enfermedad afecta al 5% de los niños en edad escolar, aumentando potencialmente a un 40% de personas que lo padecen en la adultez, debido a casos en los que no hubo una detección precoz o no poseen tratamiento.

Es por ello que las personas con TDAH, como así también sus familias necesitan una mejora urgente en educación, sanidad, servicios sociales y justicia, en relación a sus demandas. A raíz de esto se está llevando adelante una campaña donde su finalidad es que se tome conciencia de las necesidades actuales que poseen, ya que el trastorno de no ser tratado a tiempo puede complicarse y ser más difícil de resolver, pudiendo producir daños en la personalidad del niño, adolescente y adulto, como ser baja autoestima, depresión, ansiedad, fracaso escolar, inadaptación, entre otros.

Se recomienda estar atentos a niños manifiesten, de manera frecuente, los siguientes síntomas:

Problemas de hiperactividad:

Le cuesta estar sentado.

Corre o trepa en situaciones en las que no es adecuado.

No puede jugar o participar en actividades recreativas de manera tranquila.

Habla de manera excesiva.

Responde antes de que terminen de formularle las preguntas, demostrando ansiedad.

Le cuesta esperar su turno. Tiende a interrumpir a otros y entrometerse.

Problemas para prestar atención:

Comete errores por descuido.

Pareciera que no escucha cuando se le habla directamente.

No cumple las instrucciones y no logra completar actividades porque la concentración se le desvía.

Tiene problemas para organizar tareas y actividades.

Se niega o le disgusta hacer tareas que requieren realizar un esfuerzo mental durante un período prolongado.

Pierde cosas necesarias para las tareas y actividades.

Tiene olvidos recurrentes.

Puede que se mueva nerviosamente, dé golpecitos con las manos o los pies, o se retuerza en el asiento.

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