EDESUR: Ejemplo del destrato y de la más absoluta falta de respeto a la dignidad y a los derechos del usuario

Día: Martes 22 de julio. Horario: 10 horas. Condición climática: Mañana de invierno y encima lluviosa. Lugar: la sucursal de EDESUR, situada sobre la Avda. San Martín en Florencio Varela (única oficina que esta empresa prestadora del servicio público esencial de energía eléctrica posee en nuestro distrito para atender a unos 500.000 usuarios).

 Cuadro de situación: Persiana levantada, puertas de rejas y de vidrio completamente cerradas (como si la sucursal no estuviera atendiendo). En el interior las luces encendidas y el personal trabajando, pero sin público. Y un vigilador privado parado en una pequeña puerta lateral tipo entrada de servicio. 

 Â¿Y los clientes, los usuarios? Haciendo cola en la vereda, a la intemperie, teniendo que esperar parados contra la vidriera del comercio lindero (CERAMISUR), debajo de la marquesina de este establecimiento para protegerse de la lluvia, aguardando que el vigilador los haga ingresar de a uno por la puertita recién después que salió el que estaba adentro.

 Â¿Cuál es la razón de semejante destrato, de tamaña desconsideración y falta de respeto hacia el usuario?, que es quien paga por el servicio y con su dinero sostiene a la empresa y le reporta sus ganancias.

 Alguien en la cola dijo que era a causa de los reclamos, algunos violentos, provocados por los reiterados y persistentes cortes de luz que sufren los vecinos de muchos barrios varelenses. 

 Pero el empleado que amablemente me atendió cuando me llegó el turno (y el vigilador que hacía de portero me dio luz verde) me informó que esta insólita medida, además de responder a una directiva expresa del Gerente de la empresa con asiento en la ciudad de Quilmes (porque supuestamente cuentan con poco personal), es de práctica habitual. Â 
 Este increíble modo de la empresa EDESUR de atender a sus clientes no sólo es absolutamente contrario al trato digno a los usuarios y a  la calidad de los servicios públicos que prescribe el art. 42 de nuestra Constitución Nacional, sino que atenta contra las más elementales reglas de educación y de respeto humano, más aún cuando se trata de un establecimiento comercial al que diariamente acuden personas de avanzada edad y madres con niños pequeños. 

 Y pone en evidencia, a un mismo tiempo, tanto el desparpajo y la violación de sus obligaciones legales y contractuales con que se maneja esta empresa escudándose en su posición monopólica, como también el notorio incumplimiento por parte de nuestras autoridades de sus deberes de proveer a la protección de los derechos de los usuarios y de proceder al eficaz control de los monopolios que les imponen la mencionada norma de jerarquía constitucional. 

 Esta situación no puede ni debe continuar. EDESUR debe cumplir con sus obligaciones hacia los usuarios de sus servicios, respetando sus derechos y su dignidad.

 Y las autoridades nacionales, provinciales y municipales, cada cual en su esfera de responsabilidad, deben ejercer las acciones que les corresponden para garantizar el debido cumplimiento de esta empresa monopólica.    

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