Elradardelsur.ar 8/03/2024
Una lucha femenina vigente y una inequidad todavía presente
Cientos de varelenses pasaron por el stand que el Municipio apostó en la peatonal Monteagudo, en su cruce con Sallarés, para proporcionar tanto herramientas como asesoramiento en espacios colectivos donde intercambiar experiencias.
La jornada fue transmitida en vivo a través de la emisora estatal, donde el intendente -Andrés Watson- invitó a “reflexionar, pero principalmente poner a disposición el Estado mediante políticas públicas con eje en la prevención”. “Para la salida de las violencias, creamos el Hogar de Protección Integral”, añadió.
No obstante, el Mandatario Comunal ponderó “la tarea en las instancias previas, en el reconocimiento de diferentes conductas, identificar qué hábitos fue necesario erradicar: deconstruirnos en forma permanente”.
La secretaria de Desarrollo Social, Laura Vivas, coincidió en “profundizar la promoción, pero brindar asistencia directa”. “En un año, 700 mujeres solicitaron ayuda; casi mil hicieron denuncia judicial y unas 571 ratificaron esta instancia al lograr medidas de resguardo”, sumó.
La responsable en el área de Prensa y Comunicación, Noelia Piñeiro, sostuvo “la lucha colectiva, cada día, desde el lugar que desempeñemos”. Como funcionaria, subrayó “la responsabilidad institucional de ofrecer respuestas ante situaciones complejas y urgentes”.
Acompañaron representantes del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial de Florencio Varela.
La fuerza en la adversidad
Graciela Verón recorría los puestos con su hija de 20 años. Tomó algunos folletos y escuchó a quienes eran entrevistados en la Radio Municipal. Creyó “importante hablar de la crianza, educar a los niños y las niñas sin violencia”.
Ella eligió su rol de asesora ad honorem en el Centro de Salud de Bosques tras conocer a un psicólogo que la “empoderó”. Con la fortaleza de quien atravesó el dolor y perdonó, narró: “Mi hermano era el ser que más amaba. Él intentó matar a su esposa. Después, decidió suicidarse”.
“Entré en un shock de locura, pero salí con terapia”, contó e instó a “acercarse a alguna institución, pedir auxilio”. Al concluir su relato, la joven abrazó a su madre con lágrimas en los ojos y los presentes agradecieron la historia compartida.