Elradardelsur.ar 26/10/2023
Cuando la empatía y el corazón guían el accionar de las personas ocurren situaciones dignas de difundir. Pablo, agente de la guardia comunal, auxilió a un bebé que se había quemado con agua hirviendo y lo trasladó, junto a su mamá, al hospital local.
Destacamos el compromiso de este excelente ser humano, quien a pesar de no tener permitido realizar dicha acción y poniendo en riesgo su trabajo, no dudó en priorizar la salud del pequeño.
Según el testimonio de un vecino, familiares del niño solicitaron la ayuda de un Agente de la Guardia comunal, quien los asistió y llevó hasta el Hospital Mi pueblo, en su móvil, con los recaudos necesarios y utilizando la sirena de paso libre.
En diálogo con EL RADAR DEL SUR, Noelia, la tía del menor accidentado, relató que el bebé tomó una olla que estaba sobre la cocina y se volcó encima el agua hirviendo.
La madre y la abuela salieron a pedir ayuda y se encontraron con un agente comunal, quien las asistió, y priorizó el bien de la criatura, aunque podría poner en riesgo su trabajo.
El nombre del agente es Pablo Romero y gracias a que no dudó en ayudarlos, el menor fue atendido y recibió las primeras curaciones. Noelia afirmó: Gracias a Dios lo llevó a tiempo, hoy Pablo fue el “ángel guardián” de Tomás.
Agregó que en el Hospital les informaron que el bebé tiene una quemadura de quinto grado en el brazo y la mano. Fue asistido también en el Instituto del Quemado y ya está de regreso en su casa.