Elradardelsur.ar 6/11/2024
El 24 de octubre pasado, Gastón Altamirano fue apuñalado más de 20 veces, en un taller mecánico de Quilmes. Antes de morir identificó a su asesino: “Fue Pablo”, alcanzó a decir. Se refería a Pablo C. amigo y compañero de trabajo, quien resultó aprehendido ayer, en la villa de emergencia “La Candela”, partido de La Matanza.
La primera pista de su paradero apareció el 31 de octubre cuando, en una serie de allanamientos, se secuestraron dos teléfonos celulares del agresor, quien permanecía prófugo.
Finalmente, la suerte del presunto asesino cambió drásticamente en las últimas horas. Este martes, en un operativo encubierto realizado por efectivos de la Dirección Departamental de Investigaciones de Quilmes y de La Matanza, lograron detenerlo en Villa Luzuriaga.
Tras ser detenido, Pablo C. confesó el crimen de Altamirano, pero aseguró que lo asesinó a puñaladas porque estaba muy drogado y lo confundió con El Pomberito, la mítica figura del folclore guaraní.
El caso recayó en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 7 del Departamento Judicial de Quilmes, a cargo de la fiscal Ximena Santoro.
El Pomberito o Pombero, es una figura mítica del folclore guaraní, especialmente popular en Paraguay, Argentina y Brasil. Este personaje se describe como un pequeño hombre de apariencia rústica, con una larga barba, pies al revés y un sombrero de paja.
Se cree que habita en los bosques y las zonas rurales, protegiendo la naturaleza y las criaturas que en ella viven. Según la tradición, el Pomberito es un ser nocturno, que sólo sale de noche, cuando se siente más seguro y protegido por la oscuridad.