Elradardelsur.tv-07/05/2020
En el marco del aislamiento obligatorio por la pandemia del coronavirus, muchos rubros del sector comercial se vieron afectados.
Esto ocurre en Florencio Varela y en todo el país.
Raúl Fabaz, comerciante varelense, tiene un centro de estética y se comunicó con EL RADAR DEL SUR para contar la difícil situación laboral que está atravesando desde que comenzó la cuarentena obligatoria, hecho que incluye a muchos sectores. Espera que la próxima flexibilización de tareas sume a más actividades, incluido su rubro.
“Desde el 17 de marzo no trabajamos, se hace muy difícil seguir. No podemos pagar el alquiler del local, tampoco al personal, tenemos seis empleadas fijas que muchas son el sostén de su familia y es imposible ayudarlas.
Los créditos que está dando el Gobierno a nosotros no nos toca ni siquiera en lo personal.
Hemos enviado cartas al municipio explicando nuestra situación y nos dijeron que no podemos reabrir.
Lo que estamos solicitando es que nos tengan en cuenta para la próxima flexibilización de tareas. Estamos desesperados”.
Al ser consultado sobre las medidas preventivas que implementaría en su centro de estética, detalló: “Durante estos días estuvimos tratando de acomodar el negocio para brindar máxima seguridad e higiene.
Hay espacios que vamos a readaptar como el mostrador y las mesas de manos. Hemos implementado alfombras acolchonadas lavables para que los clientes puedan pisar y otro felpudo para secarse, pusimos acrílicos para separar al cliente del profesional en las sillas de pedicuría.
El personal usará doble barbijo, máscara facial y guantes.
Nos vamos a manejar por turnos dependiendo los tratamientos, sin personas en la sala de espera.
Respecto de los masajes, vamos a dar turnos cada hora y media, después de cada sesión se desinfectarán las camillas y el lugar. Contamos con extractores y removedores de aire.
Las clientas deberán asistir con tapabocas y se les otorgará una máscara facial para ingresar, la cual desinfectaremos delante de ellas.
Si nos permiten trabajar, compraremos un termómetro para tomar la temperatura a cada persona que llegue.
El personal está adaptado para trabajar aunque sea día por medio.
Queremos que nos tengan en cuenta, si me quedo sin trabajo dejo a más de siete chicas sin empleo ya que contamos con personal que viene a realizar otros tratamientos por tres o cuatro horas. Este rubro es un abanico muy amplio de oportunidades.
Si nos incluyen en las excepciones del aislamiento, vamos a tener un mayor control de todo. Podemos trabajar bajo un protocolo, no tendremos problema si nos vienen a inspeccionar.
Ojalá Dios quiera nos den permiso. No podemos seguir ahogándonos. Debemos y necesitamos trabajar”.