Elradardelsur.ar – 06/02/2022
Las drogas, en todas sus variantes, no son solo un tema de seguridad. Sino una cuestión económica, social, de educación y de salud pública.
Los intendentes del conurbano, aquellos que intentan luchar contra los “ranchos narcos” en sus distritos, hacen lo que pueden contra un delito que los sobrepasa. Es una problemática que los supera. Son las autoridades del gobierno nacional y provincial los que deben ponerle el cuerpo al conflicto.El veneno es la droga.
En el caso de la cocaína del Barrio Puerta 8, en el partido bonaerense de Tres de Febrero, que mató hasta ahora a 24 personas, estaba “cortada” con otra sustancia que la hizo aún más letal, según un informe completo de Infobae.
La proliferación de bandas narcos en el conurbano bonaerense que distribuyen y venden estupefacientes a la vista de policías, políticos, punteros, jueces y fiscales no es una novedad.
El municipio Tres de Febrero, de donde salió la partida de cocaína envenenada, está lejos de ser el corazón del narcotráfico del conurbano bonaerense. Los tentáculos de las redes criminales se extienden mucho más allá.
Distribuyen, venden y acopian sustancias como pasta base -“paco”-, cocaína y marihuana. Someten a los jóvenes, los utilizan como “soldaditos” o “pajaritos” de la droga, les pagan con “merca” después de hacerlos adictos; o les ofrecen un puñado de billetes diarios que El corazón narco del conurbano es amplio y extenso y queda expuesto al leer los expedientes judiciales que tramitan en la Justicia federal y provincial. También al clasificar los operativos más importantes desarrollados durante la gestión del ministro de Seguridad, Sergio Berni.
Según esas causas judiciales y la opinión de colaboradores de Berni, el corazón del narcotráfico en el conurbano bonaerense está formado, sobre todo, por los distritos de: La Matanza, Quilmes, San Martín, José C Paz, Malvinas Argentinas, Morón, General Rodríguez, Merlo, Moreno, Ituzaingó, Lanús, Merlo, Florencio Varela, Almirante Brown, Avellaneda, San Miguel, Marcos Paz y Berazategui.
A ellos hay que sumarle municipios por fuera del conurbano, donde los grupos narcos también han tomado barrios enteros y dirimen a fuerza de balas la disputa por el territorio: Mar del Plata, Bahía Blanca y La Plata.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires no forma parte de la provincia de Buenos Aires, pero en esta ruta mafiosa de drogas y violencia, las fojas de los expedientes también mencionan como parte de ese territorio narco.
Las rápidas vías de comunicación y de continuidad geográfica con distritos como La Matanza, San Martín, Avellaneda y, por ejemplo, Tres de Febrero hace que algunas villas como la 31 y 31 bis, la 24-24, Fraga, o la 1-11-14 formen parte de este anclaje mafioso.