Elradardelsur.tv : 8/8/2014 : Fue Primicia
Ningún robo, daño, agresión, perjuicio, ataque tiene explicación ni justificativo, pero los estragos que cometieron los vándalos que ingresaron al Centro de Integración Comunitaria El Rocío, no tienen definición ni paliativo.
El C.I.C. está ubicado en la intersección de las calles Chascomús y Lobos, de Florencio Varela al sur del conurbano bonaerense.
Allí un grupo de personas en las que se destaca el amor al prójimo y el buen corazón, Â brindan a la comunidad de la zona calidad, ayuda y contención brindando desde atención medica, enfermería, cursos, formaciones y talleres recreativos.
 Los hechos sucedieron en la madrugada del jueves 7.Â
Malvivientes ingresaron al inmueble rompiendo y robando todo a su paso.
Lo increíble es que las instalaciones son protegidas las 24 horas, por efectivos de la policía federal, desde que se instalo allí el ANSES, y aunque dejó de funcionar en el establecimiento hace dos años, la custodia aún continua.
¿Dónde estaba el policía que debía cubrir el turno de la noche? ¿Cómo no escucho nada?
Según fuentes confiables, el efectivo había firmado el presente, pero no estaba cuando llego el policía que debía reemplazarlo. Pero a su vez el efectivo que debía ingresar a las 6 horas llegó a las 8,30 (Se me hizo tarde, y cuando vine ya habían robado nos dijo el policía).
¿Los policías para retirarse de un objetivo no deben esperar la llegada de su reemplazo?
El establecimiento cuenta con sistema de alarma monitoreado, pero la misma no se activa para permitir que los custodios puedan desplazarse por todo el interior del lugar.
 Los forajidos robaron computadoras, impresoras, instrumental, la balanza de bebés, elementos de la cocina, el modem, el teléfono¦ pero no solo robaron y sustrajeron elementos los cuales podrían vender, además rompieron, destruyeron y dañaron todo a su paso. Hasta despedazaron medicamentos, jeringas y estallaron contra el piso los frascos de vacunas¦
Los trabajadores del C.I.C. no podían ocultar su congoja, la angustia se palpaba en el aire.
¢ Â Natalia (psicóloga), Â Gisela (medica generalista) y Sonia (trabajadora social) en representación de todos los trabajadores en dialogo en exclusiva con El Radar nos relataron:Â
Se llevaron elementos de valor y de no tanto, pero lo más shockeante fue ver todo lo que destruyeron. Este espacio lo tratamos de cuidar y construir entre todos, convocando a los vecinos para que sea parte de la comunidad, esto nos entristece mucho. Estábamos planeando  festejar el día del niño, quedándonos más horas poniendo todo nuestro empeño.
Esto nos hace sentir desvalorizados, este es nuestro lugar de trabajo pero además estamos involucrados desde nuestros sentimientos, y nos pone muy mal lo que sucedió.
El impacto es muy fuerte, Â encontrarnos con la violencia con que actuaron.
Estamos con el resto del equipo convocando  una asamblea para el jueves 14 a las 10 horas, esperamos que venga la comunidad, para ver cómo entre todos podemos prevenir esto.
Vos nos preguntas de la seguridad, y no es casual que no te podamos contestar, estamos buscando respuesta¦ apoyo¦. y esto no se logra. No es la primera vez que sufrimos hechos de violencia, estamos a la buena de dios, nadie nos cuida.
Nosotros trabajamos para la gente y tenemos ganas de seguir asiéndolo, buscamos mejores condiciones, queremos venir y estar con ánimo, no como hoy que estamos desconsolados, apenados¦ lo del día del niño lo suspendimos no lo podemos hacer, porque hasta las bachas de los baños se llevaron, no podemos convocar a la gente y no brindarle lo esencial, porque no tenemos los servicios adecuados.
Nuestra apuesta fuerte es incluir, es que las personas se acerquen y tengan este lugar como referencia. Al llegar y encontrarnos con esto nos preguntamos ¿qué está pasando? Que en un lugar que queremos que la gente sea parte nos encontremos con esto, nos sentimos solos, queremos salir,  convocar a los vecinos y preguntarle que sienten con esto, porque no nos afecta solo a nosotros sino a toda la comunidad