Elradardelsur.ar – 26/07/2022
Una persona realizó una denuncia anónima a la línea 145, la cual es utilizada para recibir información, solicitar asistencia, denunciar casos de trata y explotación de personas, en la misma informó que en un departamento de la calle Conesa y Serrano, en la zona de San Miguel, habría un prostíbulo.
Es por ello que la jueza federal Alicia Vence, designada a la división Trata de Personas de la Policía Federal, que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales inició la investigación.
En la llamada, describieron a una fiola, una supuesta madama, una mujer teñida de rubio platinado que se hacía llamar “Brenda”, quien según manifestaron tenía un socio de género masculino.
Los efectivos policiales plantaron un agente revelador, un hombre encubierto que realizó consultas por teléfono para intentar concertar una falsa cita, lo que llevó a confirmar que efectivamente, en la dirección mencionada había un prostíbulo, donde tres mujeres ofrecían servicios sexuales, controladas por otra de cabello platinado, con turnos que costaban entre 3.000 y 5.000 mil pesos.
El verdadero nombre de la madama fue preservado por orden de la justicia. El socio mencionado en la llamada y a quien también se reservó la identidad, realizaba tareas de chofer, llevando a las trabajadoras sexuales a bordo de una camioneta Jeep roja.
Este hombre conocido como “J.” tenía una doble vida, ya que era sargento y prestaba servicios en el cuerpo de la Policía Montada en La Matanza, según confirmaron fuentes confiables.
El sargento de 35 años, figura en la nómina de la fuerza de la policía de la provincia de Buenos Aires desde el 2015. El año anterior habría cobrado sueldos de la Contaduría General del Ejército. Así lograron dar con él.
La madama, quien resultó ser mujer del sargento fue detenida en el prostíbulo y mientras que a él lo arrestaron en su casa, luego de que efectivos de la policía lo siguieran cuando conducía el Jeep rojo antes mencionado y lo dejara estacionado en la puerta de su casa.