Elradardelsur.tv : 04/10/2016 : Primicia Â
Aida Bellelli (60) fue engañada por delincuentes mediante el secuestro virtual de su hija y entregó el dinero que tenía en su casa, que era su jubilación y la de su mamá (86) ambas docentes jubiladas.
Hoy a las 5,30 fue contactada por los delincuentes que llamaron al teléfono de línea, de su casa del partido de Florencio Varela.Â
Aida, en entrevista exclusiva con EL RADAR nos contó lo padecido.
Llamaron a las 5,30 hs. es la hora en que mi hija sale para su trabajo, escuche un llanto desgarrador, creí que era mi hija, que me decía mamá entrega todo porque me van a matar. Tomó el teléfono otra persona, me dijo que les de todo, que la mataban, que no corte el teléfono, que ponga el dinero en una bolsa de residuos, me repetía que no cortara que la mataban, que bajara que colocara la bolsa en el canasto de la basura, primero la había puesto en un cantero, y me hicieron bajar otra vez y colocarla en el cesto. Trabaje toda mi vida, al igual que mi madre y mi padre, mi hija es trasplantada del riñón, y no se queda en la casa pidiendo una pensión o un plan social, ella sale todos los días a trabajar.
Acá alquilo, mi casa de toda la vida la deje porque dos veces me entraron a robar, en uno de los robos los delincuentes le pegaron a mi hija del medio que tenía una enfermedad terminal y luego murió, en el otro robo golpearon a mi mamá, por eso decidimos venir a vivir a una departamento porque creímos que era más seguro.
Después que pague, me comunique con mi ex marido, él la llamo a mi hija, quien estaba esperando el colectivo, por suerte no le había pasado nada, fui víctima de un secuestro virtual, pero te puedo asegurar que para mí era mi hija la que lloraba.
Fui a la comisaria, me tuvieron más de media hora esperando, mientras los policías fumaba y charlaban, hasta que pegue tres gritos y allí me tomaron la denuncia.
¿Dónde estamos? lo único que pido es poder cuidar a mis hijas, a mis nietos, a mi hija trasplantada.Â
La voz, se le entrecorta, los ojos se le llenan de lágrimas, la impotencia la doblega.Â
Cuando Aida se separó, trabajo en tres puestos para que nada les faltara a sus hijas. Viene de una familia donde la cultura del trabajo fue factor fundamental en su enseñanza. Todo lo logrado fue en base a sacrificio.
Aida pasó muchos calvarios en su vida, fue víctima de robos, vio a malvivientes pegarle a su madre, paso por el dolor más grande que puede transitar un ser humano enterró a una hija¦ y a otra hija (la que hoy creyó que era víctima de secuestro) le salvó la vida donándole un riñón.Â
Aida, como todos los ciudadanos de bien, no pide mucho, solo quiere que el estado le brinde la protección que se merece y poder disfrutar de su familia en paz.
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