Elradardelsur.tv – 24/09/2020
Profesionales del Hospital El Cruce del programa de Cardiopatías Congénitas operaron a un joven de 25 años derivado del Hospital Cosme Argerich que llegó en vuelo sanitario.
Su estado de salud era inestable y delicado, padecía una insuficiencia cardíaca avanzada de larga evolución que requería de cirugía urgente.
Se trataría de la cuarta operación que debía afrontar el joven. “Es una estrategia poco frecuente y se utiliza en casos extremos porque aumenta muchísimo el riego de infecciones y complicaciones en el post operatorio”, manifestó el Dr. Gonzalo Pomares del área de Recuperación Cardiovascular.
En el Hospital El Cruce hace diez años que viene desarrollando el programa de cardiopatías congénitas en adultos. El Dr. Alejandro Jorajuría, cirujano cardiovascular explicó “el paciente Alan ya ha tenido cirugías desde muy pequeño en la etapa neonatal, niñez y adolescencia. La primera cirugía que tuvo fue en el hospital Garrahan y esa estenosis pulmonar determinó que el paciente durante toda su vida tenga que tener una suplementación de la arteria pulmonar porque la que tenía era muy pequeña. Como la prótesis que se pone en la etapa neonatal no crece son pacientes que deben necesitar ser inscriptos en una secuencia de recambios antes de los 20 años van a tener por lo menos tres cirugías.”
La historia clínica de Alan comienza a escribirse en el Hospital Garrahan la primer cirugía fue en 1998, la segunda en 2009 y la tercera en 2013 y luego al cumplir los 16 años Alan fue derivado al Hospital Cosme Argerich para seguimiento en el consultorio de cardiopatías Congénitas del Adolescente y del Adulto.
“La última cirugía que le hicieron a Alan fue a los 17 años, en ese momento se le colocó una prótesis que con los años desarrolló lamentablemente una infección, es decir una endocarditis. Al no responder con el tratamiento antibiótico en dos ciclos se determinó la necesidad quirúrgica”, sostuvo el Dr. Jorajuría.
“En el Hospital Argerich no tenían la posibilidad quirúrgica por eso El Cruce entró a ser parte de esta secuencia multi institucional. Fue un gran trabajo en red que realizaron los profesionales, estudiaron el caso y llegaron a la conclusión debido a la situación crítica que padecía el joven, la mejor alternativa era remover el foco infeccioso, es decir extraer la válvula que ya estaba colonizada por un bacteria en una operación de alto riesgo teniendo en cuenta que sería la cuarta intervención”, detalló.
La operación que se realizó en el hospital El Cruce duró diez horas y de gran precisión quirúrgica. Se trató de un recambio de la conexión del ventrículo derecho la arteria pulmonar y se hizo con un homo injerto. “La válvula que le colocamos es de tejido biológico, se podría decir que se trató de un trasplante porque la válvula colocada fue donada y criopreservada en un banco de injertos del Garrahan. Este tejido biológico es el que menos reincidencia tiene en infecciones”, explicó Jorajuria.
Los cirujanos que intervinieron fueron los Dres. Miguel Chappuis y Alejandro Jorajuria, el anestesista Matías Olozaga y la perfusionista Gabina Méndez y la instrumentadora Mariel Steliutto.
El Dr. Gonzálo Pomares y la Dra. Sandra Defelito cardiólogos del área de recuperación cardiovascular, señalaron “Alan durante la intervención sufrió un shock hipervolémico que requirió de múltiples transfusiones cuando intentan hacer el cierre primario de la cirugía no se podía hacer porque se descompensaba. Por tal motivo, se decidió realizar un cierre diferido, es decir el paciente salió del quirófano con el tórax abierto, estaba con respirador y así permaneció durante 48 horas en la unidad de terapia intensiva con alto riesgo de infecciones pero su evolución fue favorable lo que permitió que Alan ingrese nuevamente a quirófano para realizarle el cierre definitivo”. Una vez superada esta instancia Alan mejoraba día a día hasta que llegó el alta y luego de veinte días de internación regresó a su casa.